sábado, 7 de febrero de 2015

Los ojos del alma son de color caramelo



Las personas tenemos algo en nuestro interior que magnifica todos los sentimientos, y es capaz de transformar lo mas sencillo y cotidiano en algo inmenso y extraordinario.

Hoy bajé al parke con mi hijo Heray, solos, sin ayuda de nadie. Era la primera vez despues del accidente.
Tras observar la mejor alternativa para nosotros, aquella que estaba destinada a q la atravesaramos, recorrimos un pekeño camino.

Heray miraba a todos lados con ilusión y expectación, con la bella inocencia en forma de sonrisa, y consiguió contagiarme de ella.

En el transcurso, tambien sentimos miedo y frustración pero los dos nos esforzabamos por hacer que todo fuera bien.

Ibamos cogidos de la mano.


Cuando llegamos, ambos nos pusimos a aplaudir y a gritar, y una alegria, orgullo y satisfaccion ( como los discursos del rey en Navidad, :D) recorrió todos mis sentidos.

Para muchos, es irrelevante ver cómo una madre lleva al parke a su hijo. Para mi, es un regalo del cielo que siempre guardaré en mi corazón.

Como con las relaciones humanas, cuando sientes algo grande por alguien, estar a su lado es lo mas importante.

El camino es parte del destino.





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