Anoche, o era hoy? me dormí a las cinco de la mañana no se si por cumplir o porque el cuerpo ya no es lo que era ni por asomo. Los pelos despeinados y la ropa deshecha al lado de la cama. Me duele el cuerpo como si me hubieran pegado una paliza en un ataque irrisorio de boxeo y mi boca quiere pero no puede. La cabeza me duele y no puedo dar mas de cuatro pasos sin arrastrar tres.
Llegados hasta aquí ..... no es una juerga sin control la q pase. Que desilusión!
Tampoco me he levantado a las tres de la tarde, si no que a las 9 de la mañana (4 horas después de haber caído por desesperación) una vocecita rubia me grita cogiendome la cara "mami! Hemos encontrado la zapatilla perdidaaaaaaa!" ( msmsmsmsmsssssi,cariño?" Raro que la devuelva el monstruo ese invisible tragacosas que vive con nosotros entre la lavadora y el fregadero, pienso.)
Me pregunto si esa voz angelical es la misma q salía hace unas horas de un cuerpo tiritón pequeñito que se pegaba a mi como un perrito friolero, sudando la fiebre como un pollito recién nacido y cuyas llaves de judo a la hora de ponerle el termómetro me consta que tenía bien aprendidas. El mismo que baila ahora como si no hubiera mañana y que me cuesta creer q tenga algo que ver con el mismo niño que hace unas horas ardía como una estufa.
Y es que cuando eres madre, las noches de descontrol, se transforman en noches de frenadoooool en las que es imposible pegar ojo hasta que el cacharro ese infernal no marca menos de 37.
Cuento los días que quedan para que mi amigo Fer y compañía me saquen a beber unas botellas y entonces si me duela el cuerpo y con razón. Esa malamadre que se despierta la ultima de la casa con remordimientos en la cabeza.
Y vosotros? Creéis en la madre abnegada que perdió el rímel en la última contracción o pensáis que las madres (y padres) también somos malamadre y debemos salir de vez en cuando (más de cinco dedos de las manos al año se considera lujo) a comprobar que el mundo también gira en torno nuestro?
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